¿Quién soy?

Preséntate me dijeron. Pero no así, en plural. Es que cuando somos tantos dentro de una misma habitación, con la misma ambición, o eso creemos, o eso queremos creer, en fin, sos un número más. Y si, eso me pasó cuando llegué a una ciudad tan grande. Pero no soy la típica que viene del interior, con sueños y un pasado que quiere dejar atrás. Yo ya pertenecía a este lugar. Bah, pertenecer, ¿Qué será? Mejor dicho, ¿Qué se sentirá pertenecer a algún lado? Todavía no me pasó. Nunca llegué a un lugar y dije "acá quiero quedarme, acá estoy segura, acá soy yo", y aunque aspiro a eso, creo que si uno no busca, no encuentra, y ese es mi miedo. ¿Y si no encuentro? ¿Y si no tengo la posibilidad de encontrar? Encontrarme a mi, ahí en un espacio abierto o cerrado, pero ser yo. Y es que cuando sos de los que el nudo en la garganta es cotidiano y no sabes decir con palabras lo que tu pensamiento proyecta en tu cabeza, y si no podes cerrar los ojos y transmitir con gestos lo que murmulla tu inconsciente cuando mas consciente está, porque si, vos sabes bien lo consciente y lo vivo que está ese pensamiento.

¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? 

Ni la menor idea. Pero me propongo, les propongo, acompañarnos en un viaje de ida. Si, un viaje de ida porque la vuelta es solo para los que no pueden ir mas allá, porque son cobardes, o más bien, a diferencia de mi, si lo encontraron. Felicitaciones. 

Hola, me llamo Faustina, tengo 22 años y en dos meses voy a tener mi título universitario. La famosa pregunta que quizá debería hacer dentro de un tiempo es ¿Y ahora? Pero esta soy yo, adicta al tiempo y no se quedarme quieta, me quiero ir, siempre.